Desafíos de los Alquileres Turísticos en Comunidades de Vecinos
- Carmen M.
- 22 feb 2024
- 2 Min. de lectura
Los alquileres turísticos han experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, especialmente con la popularidad de plataformas como Airbnb y Vrbo. Sin embargo, este auge no está exento de desafíos, especialmente cuando se trata de su impacto en las comunidades de vecinos. A medida que más propietarios optan por alquilar sus unidades a corto plazo, surgen una serie de problemas que afectan la convivencia y el bienestar en estos entornos residenciales.
El 12 de diciembre de 2023, una noticia de gran relevancia sacudió el ámbito legal y residencial en España: el Tribunal Supremo dictaminó a favor del derecho de las comunidades de propietarios para vetar la presencia de apartamentos turísticos en sus edificios. Este fallo sentó un precedente significativo en la regulación de los alquileres turísticos y generó repercusiones en todo el país.
Uno de los principales desafíos de los alquileres turísticos en comunidades de vecinos es su impacto en la convivencia. La rotación constante de inquilinos puede generar molestias para los residentes permanentes, como ruido excesivo, falta de respeto a las normas de convivencia y sensación de inseguridad. Esta situación puede deteriorar las relaciones entre vecinos y afectar negativamente el ambiente comunitario. Tambien, un problema común asociado con los alquileres turísticos en comunidades de vecinos es el desgaste acelerado de las instalaciones comunes. El uso intensivo de áreas como el ascensor, la piscina o el gimnasio por parte de inquilinos temporales puede causar un mayor desgaste y requerir costosas reparaciones o mantenimiento más frecuente.
Regular el uso de las propiedades en comunidades de vecinos que tienen alquileres turísticos puede resultar complicado. Establecer normas claras y aplicarlas de manera efectiva puede ser un desafío, especialmente cuando existen intereses divergentes entre propietarios, inquilinos temporales y la administración del edificio. Esto puede generar conflictos y tensiones dentro de la comunidad.
Es por ello que para gestionar los alquileres turísticos en comunidades de vecinos de manera efectiva y reducir los problemas asociados, recomendamos que se implementen diversas medidas:
Establecer normas claras: Esto puede incluir restricciones sobre la duración mínima de las estancias, el número máximo de ocupantes permitidos, el comportamiento aceptable de los huéspedes y el uso de las instalaciones comunes.
Crear un reglamento interno: Elaborar un reglamento interno específico que aborde los aspectos relacionados con los alquileres turísticos, como el registro de los inquilinos temporales, los horarios de uso de las áreas comunes y las responsabilidades de los propietarios respecto al comportamiento de sus huéspedes.
Establecer un sistema de registro: Implementar un sistema de registro para los inquilinos temporales que incluya la recopilación de información básica, como nombres, fechas de estancia y datos de contacto de los propietarios o administradores de las unidades. Esto facilitará la comunicación y la resolución de problemas en caso de incidencias.
Totalmente de acuerdo con el comentario anterior. Los alquileres turisticos son una mina de oro para los propietarios pero para el resto de vecinos, presidentes y administradores traen bastantes problemas. Hay que establecer reglas claras sobre cuánto tiempo pueden quedarse los huéspedes, llevar un buen registro de quién está por aquí y asegurarnos de cumplir con todo lo que manda la ley. No vaya a ser que nos metamos en un lío legal...
Las Comunidades pueden defenderse de esto o al menos mitigarlo, lo que tienen que hacer los administradores es crear una norma de obligado cumplimiento, por ejemplo informar de los nombres de los inquilinos, otra es modificar el porcentaje en los gastos que debe asumir una vivienda que tiene un trasiego y uso desmedido, limitar usos de instalaciones como piscinas etc.